viernes, 26 de septiembre de 2014

Pueden las organizaciones sintetizar todo el talento?

"Señores Azulay, Tarragó y Samuelson!" Sonó esa familiar voz femenina en mi cabeza...
"En 15 nanosegundos en la cafetería Arrás en Lérida. Año 2012. Hora local 17:13. Coordenadas 41_36_54 / 0_37_14! Abrimos campo!"
- "Gracias iWe". Le dije mientras rápidamente lo dejaba todo y me ponía las orejeras de lana....
Juan Tarragó y Simeón Samuelson se hicieron amigos desde el mismo momento en que los presenté. Su relación... "amigos del alma".
Por ello, no resulta extraño que tan insigne "viajero", cuando se acerca a estas latitudes solo nos llame a Juan y a mí. Normalmente tiene ganas de hablar y eso estimula que le queramos escuchar.

Nos lo dijo Simeón Samuelson...
- "Las organizaciones no pueden sintetizar todo el talento que se pone a su alcance". Lo dijo sin pestañear... para continuar comentando...
- "Por ello, creo que el concepto ADNcr (ADN corporativo) es mucho más que un oportunista término para revitalizar la identidad corporativa, imagen o reputación. Amigos míos... es como el grupo sanguíneo... los hay más compatibles, menos compatibles y hasta excluyentes. Existen ocasiones en las que nuestro modelo de negocio y nuestra organización no acepta la digestión de alimentos (talento) novedosos. Las rutas metabólicas y los procesos enzimáticos no están preparados para ello y su reacción suele ser que el sistema inmunológico se pone en marcha con elevada celeridad y mayor agresividad. El problema es que dichas novedades actúan de forma sistémica, sistemática y por contacto. Una cosa es una mejora evolutiva que requiera un acelerador y otra bien distinta, un envenenamiento masivo". Tanto Juan como yo, no encontrábamos hueco para introducir palabra alguna. Simeón siempre tiene prisa...
Solo acerté a decir:
- "Continúa... es muy interesante".
 Y siguió.... claro...
- "He estado desarrollando una teoría que he aplicado en diferentes entornos y la verdad es que no me atrevo a decir que es mía. La gente pensará que me he vuelto loco!"
- "Ya.. pero es que estás loco!". Le dijo Juan con cierta ironía.
Entonces percibí una vez más que Juan y Simeón poseen esa tierna locura de los que se aíslan en su mundo para que los demás no interfieran en sus pensamientos, aunque esos mismos (los demás) serán en un futuro los que se beneficiarán de estas y otras elucubraciones.
- "Mira, la biología ha ido desde lo grande a lo pequeño y yo, al contrario. Desde el ADNe hasta el ADNcr. Los humanos ya podemos conocer nuestro ADNe, pero los expertos en recursos humanos lo ignoran. Por lo tanto, estamos continuamente ubicando elementos (individuos) isotópicos en ambientes relajados y elementos pasivos (individuos) en biotopos dinámicos. Personas adecuadas en entornos inadecuados y personas inadecuadas en entornos adecuados. Creo que los psicólogos a su manera, usan una versión primitiva del ADNe, pero no se atreven a enterar en sus combinaciones y recombinaciones". Bruscamente dejó de hablar para pedirnos con la mirada un comentario... y así de paso, le pegaba un sorbo al té moruno con hierbabuena que seguía hirviendo.
- "Esto está eshuando*!". Dijo.
- "Es como si sólo se conformasen con ver el dedo que tapa la Luna o la mano que oculta el Sol. No se atreven...". Comentó Juan, para continuar diciendo:
- "Ten en cuenta que el ADNe es el GPS que nos llevaría por el camino más eficiente hasta nuestro destino, sorteando obstáculos sin cesar".
- "Por ejemplo, hubo un tiempo en que todas las empresas y organizaciones querían directivos y ejecutivos agresivos. Pero.... aquí yo me hago una pregunta: Con qué grado de agresividad? Venga!! Poned un valor entre 0 y 28!". Dijo Simeón visiblemente alterado buscando nuestra rápida respuesta.
-  "23". Dije apresuradamente.
- "Ok! La organización está preparada para sintetizar dicho elemento de grado "23" y así alcanzar esa deseada mejora? La respuesta a esa pregunta... la sabéis!". Afirmó.
- "Dependerá del nivel de ADNcr que posea dicha organización". Acertó a decir Juan mientras intuí que se le abría un mundo nuevo... o un tema al que le iba a dedicar sus próximos pensamientos.
- "Tened en cuenta que el gradiente está ahí....". Dijo Simeón Samuelson... y desapareció! Zas!
Juan y yo nos miramos... mientras seguía saliendo humo de su vaso de té.
- "Te acuerdas cuando Simeón se comió todo el jamón serrano en esa taberna, allá por el año 1.490?". Pregunté a Juan.
- "Cómo lo voy a olvidar...!! ja!ja! A mí, también me gusta Dylan! ja!ja! y... Zasss! desaparecimos después de dejar 5 euros en la mesa.
"Euros? Qué es eso?"... "Me he vuelto a dejar las orejeras de lana!!!! iWeeeee!!!!
- "Dígame Sr. Azulay?"
*eshuar. Término en Jaquetía que significa "quemarse", ya sea con té, sudanía* o quedarse rabiando.
*sudanía. Término en Jaquetía relativo al pimiento picante.


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