domingo, 22 de septiembre de 2013

... y tú... ¿a qué te dedicas?

"Buenas noches", le dije justo antes de que se acercase para decirme: "Por cierto, ¿tú a qué te dedicas?"...
Yo me quedé pensando si valdría la pena explicárselo. Después de breves segundo, le dije: "Profesor de economía". Él se fue a dormir y yo todavía estoy despierto...
01:00 a.m.
Por eso en plena fase de insomnio, recuerdo que hoy mismo he estado debatiendo con mi invitado y primo hermano, el doctor en medicina israelí José Azulay, quien pasa unos días en Valencia por motivos personales, las relaciones entre los comportamientos humanos y los grados de mixtura hormonal que facilitan la aparición de diversas conductas que siempre se encuentran dentro de un rango previsible, incluso para aquellos que lo llaman "imprevisible".
Queda usted advertido de que a los judíos nos gusta mucho discutir, debatir y opinar, "descubriendo aristas en los círculos y curvas en los cuadrados". Viene de familia...
En dicha conversación hemos comentado que los aspectos emocionales y los biológicos empiezan a encontrarse y que los unos sin los otros no podrán ser analizados, ni utilizados ni aprovechados en un futuro inmediato, por no decir "ya!".
Mire por donde, al llegar a casa, leemos un artículo del prestigioso Eduardo Punset con el enunciado "¿Puede el pensamiento alterar nuestros genes?",  en el que dice textualmente: " Estoy sugiriendo que el viejo debate entre los partidarios de las estructuras genéticas y las estructuras del pensamiento está a punto de terminarse".
A vueltas con mi invitado, mi primo empieza a mencionar que en su país existen amplios grupos de personas procedentes de diferentes latitudes con un único nexo de unión: Su idea de vivir en Israel. Así mismo, me detalla lo "cabezones" y bruscos que son aquellos de origen ruso, lo sufridos que se muestran los procedentes de los países del golfo pérsico, la ausencia de rigor en los preceptos religiosos por parte de los provenientes del cono sur americano, etc... y claro! ante tal comentario, yo no me pude resistir y le razoné estas peculiaridades que a la vez son semejanzas entre unos y diferencias entre todos y cada uno de los individuos a los que se les preguntase por separado.
"Tengamos en cuenta que los equilibrios hormonales vienen ordenados por nuestro origen biológico y que en cierta manera, cuando las sociedades obtienen descendencia por motivos de homogeneidad, los resultados en el comportamiento poseen sospechosas similitudes entre sus miembros, cuando comparten un mismo entorno". Le dije muy seguro.
Mi buen amigo y primo israelí, complicó el anterior argumento al decir que con tanto mestizaje surgido del cariño que se tienen las personas, el "eterno" servicio militar y la inmersión lingüística al hebreo y al inglés en su país, se está acelerando el desarrollo de una nueva forma de ser que marca el comportamiento de los israelíes a nivel sociológico, sea cual sea su procedencia.
En términos generales son bruscos, sufridos y prácticos.
Personalmente estoy convencido de que ya conocemos a las personas "por dentro" y que solo se trata de "saber percibirlas"; a falta de una explicación contundente por parte de la biología, la cual nos permitirá cuantificar el "cómo soy" y de forma agrupada pero menos precisa, el "cómo somos".
Después de cenar, he leído un periódico donde se destaca una entrevista al neurobiólogo español afincado en USA, Rafael Yuste que dice, y cito textualmente, que: "No solo se borrarán los recuerdos sino que se podrá leer la mente de las personas y de los animales. No es magia. Dentro del cerebro hay neuronas disparando información. Si logramos ver cómo disparan y descifrar los disparos, podremos recrear la actividad mental de la persona que tengamos delante". Así mismo, el eminente Rafael Yuste menciona que: "Parece ciencia ficción, pero llegará. Va a suponer un cambio completo en la cultura de la Humanidad por que por primera vez nos vamos a entender por dentro. Estamos ante una nueva tecnología que tendrá que ser supervisada"; además de enunciar que "Llegará el día en que tu jefe sabrá lo que estás pensando" y que "Los circuitos cerebrales tienen miles de millones de neuronas: Estamos ante un televisor y solamente vemos un pixel de la pantalla. ¿Qué nos pasa? Que no nos enteramos de la película y por ello, queremos desarrollar técnicas para ver la pantalla completa".
Llegados a este punto, le comento a mi primo que resulta evidente que no sabemos de estas cosas tan complejas, pero que nuestras especulaciones sobre las individualidades y los colectivos poseen un núcleo que otros están estudiando desde apasionantes e inalcanzables puntos de vista.
Ya con ganas de ir a dormir, ni me atreví a mencionarle nuestros avances en la investigación del ADN emocional y el patrón numérico desarrollado para interpretar y corregir comportamientos propios y ajenos de forma anticipada, donde hemos descifrado más de 36.993 millones de "disparos neuronales informativos" para recrear el comportamiento anticipado de la persona que tenemos delante; ni mencioné la importancia de los avances de la Neurografía en la determinación del carácter de las personas en más de "2 píxeles", descubriendo contenidos ocultos a nuestra percepción física; ni nada de nada....
Antes de darle las "buenas noches", se acercó para decirme: "Por cierto, ¿tú a qué te dedicas?"...
Yo me quedé pensando si valdría la pena explicárselo. Después de breves segundo, le dije: "Profesor de economía". Él se fue a dormir y yo todavía estoy despierto.


jueves, 5 de septiembre de 2013

Otros lo llaman suerte!

Un pasito más hacia "la buena suerte"....

Aquí tiene usted dos "ADNs emocionales" distintos, los cuales evidentemente pertenecen a dos personas distintas: “20:31:38:26:30:23:10” y "15:32:40:22:24:19:06”.
Para mayor seguridad y así yo también me quedo más tranquilo, se lo traslado a un gráfico "SpiderWeb" donde podrá apreciar que a pesar de sus diferencias, su trazado y espacio ocupado es bastante similar.
Son diferentes estas personas? Sí! por supuesto. Reaccionarán de forma parecida ante los mismos estímulos? Claro!
Básicamente son 2 personas medianamente objetivas, muy dispuestas, con una gran inteligencia, notablemente espontáneas, con ganas de aprender, con un ego sobresaliente y ausentes de maldad.
Pero mi pregunta va más allá:

Podrán trabajar en equipo de forma eficiente y sin conflictos?
La respuesta es sí!, pero con algunas deficiencias que debería resolver una tercera persona al más puro estilo "catalizador".
Cómo tiene que ser usted si quiere "sacar el máximo partido a esta pareja"? pues su ADN emocional deberá reflejar una gran capacidad de influencia y poseer  sólidas habilidades para "plantear escenarios" diferentes ante una misma situación (creatividad espacial y pensamiento tangencial).
Ahora vamos a darnos un "baño" de realidad, usted y yo... y todo el que así lo desee...
Intuyo que empieza a percibir que no hay "jefe bueno" ni "jefe malo", sino "jefe adecuado".
La inmensa mayoría de conflictos entre compañeros de trabajo, cliente/proveedor e incluso entre amigos o familia, posee su origen en el ADN emocional.
Pero.... No se preocupe. Todo tiene solución!

El concepto clave es el que se determina como "Flexibilidad del ADN", ya que no existe un ADN bueno y otro malo, sino un ADN más flexible y otros más rígidos o inelásticos. Vamos... que estos últimos carecen de "cintura".
Por ello, los "líderes", empresarios y trabajadores deben mejorar dicha flexibilidad con el objetivo de poder adaptarse al máximo número de circunstancias cambiantes.
De esta manera se reducen los conflictos, los tiempos muertos, los tiempos lentos y cualquier suceso que repercute en la rentabilidad del negocio.
Una estupenda aplicación de dicha flexibilidad se da en las negociaciones, donde en un segundo usted puede perder la camisa y la de sus compañeros o.... comprarse un traje nuevo de marinero.
Piense por un momento (no le será muy difícil, imagino) que tiene que negociar un importante contrato con una persona que posee un ADN emocional con elevados rasgos de "Rebeldía" (Rb). Siempre "entrará al trapo" con un lenguaje subjetivo y singular ("Pues yo no estoy de acuerdo", "Eso no es así", etc...). Por lo tanto, prepárese para afinar ese muelle llamado flexibilidad.
Si cae en la fácil y evidente trampa de responder desde este mismo registro (Rb), los dos se asfixiarán quemando rápidamente todas sus energías como si tuviesen una bolsa de plástico en su cabeza mientras toman el Sol en la playa. Cada uno con su bolsa, claro está.
Quizás, usted no posea el rango suficiente del registro de ADN requerido para disponer de la suficiente flexibilidad,. Esto podría ocurrir y en ese caso, le aseguro que lo notará enseguida. Será como una partida de "strip-póker" donde a cada frase que diga o le digan, le quedarán menos prendas que ofrecer.
Ahora ya sabe que su capacidad para obtener rentabilidad se basa en gran medida en su propio "yo" gustosamente aderezado con el "vosotros". Créame...todo lo que le sucede es previsible. Usted ya lo sabe, lo intuye y lo sufre. El problema es que no dispone del catalejo apropiado. Otros lo llaman suerte!